Llegaba Solskjaer con varias bajas importantes en la parcela ofensiva. Sin Pogba y sin Martial, el técnico noruego dio la oportunidad en el centro del campo a McTominay y Matic.
Le costó al Manchester United conseguir la segunda victoria de la temporada. Si en el debut contra el Chelsea gustó, no fue así en los encuentros ante Wolves, Crystal Palace y Southampton. Tres partidos sin conocer el triunfo son demasiados en Old Trafford.
Daniel James lideró al nuevo equipo de los 'red devils'. Tiene Solskjaer a un diamante en bruto pero que, tras jugar con la Selección, se le vio algo cansado en algunos tramos del partido.
El único tanto del choque llegó desde el punto de penalti. Lo hizo gracias a Marcus Rashford, el encargado tanto de forzar la pena máxima como de transformarla. Y es que el delantero no falló con la derecha mientras Schmeichel se vencía al lado contrario.
Desde entonces, y con más de 80 minutos de partido por delante, el Manchester United quiso poner cemento armado para amarrar los tres puntos. Salvó De Gea un remate dentro del área de Chilwell a la media hora de partido.
Mejoró el Manchester United en la segunda mitad del encuentro. Mata pudo poner tierra de por medio con una gran jugada con Wan-Bissaka, pero Schmeichel demostró tener grandes genes de portero para salvar de nuevo al Leicester.
Solo a balón parado le creó peligro el United al Leicester y Rashford, a ocho minutos del final, estrelló una falta en el larguero.
El paso de los minutos no sirvió más que para asegurar el resultado a un Manchester United que volvió a subir a la zona noble de la clasificación. Eso sí, el liderato del Liverpool continua a siete puntos.