Parece que Boca Juniors no entendió la importancia del duelo de este sábado para el devenir futuro. Los de Sebastián Battaglia viajaron hasta Sarandí para medirse a Arsenal en medio de un ambiente tenso entre la plantilla y el entrenador por la indisciplina de Villa, Cardona y Zambrano.
El 'Xeneize' acudió al feudo rival con la obligación de ganar y llevarse los tres puntos, algo que finalmente no se dio. La magnitud del duelo era grande debido a que un triunfo los hubiese colocado en el puesto de 'play off' para disputar la Copa Libertadores el próximo año. La oportunidad de oro la tendrá ante Talleres en la Copa de Argentina.
De ganar el título, Boca sacará el billete directo para la competición fetiche de Sudamérica. La contienda comenzó bien para los visitantes, ya que en el 11', una falta lateral casi acaba en gol, pero el cabezazo de Izquierdoz desde muy cerca de la portería salió alto. Fue el primer aviso serio.
Los primeros 45 minutos no tuvieron emoción hasta que el reloj marcó el minuto 44. Ahí llegó la estacada del 'Xeneiz' en forma de gol de Juan Ramírez. Un centro desde la banda izquierda no fue interceptado por la defensa de casa y esta se durmió. El balón cayó en botas de Luis Vázquez y se sacó una jugada de la chistera.
El atacante dio un taconazo atrás para la llegada de su compañero Juan Ramírez, quien fusiló al portero enemigo para imponer el 0-1. La segunda mitad pudo ser la oportunidad para poner tierra de por medio, pero los de Battaglia decidieron lo contrario. El 'Xeneize' dio un pasito atrás y se conformó con el resultado.
Se dedicó a tocar y a controlar el partido, a pesar del corto resultado. Jugó con fuego y al final, se quemó. En el 75', los locales marcaron el empate tras una buena jugada combinativa combinada por Sepúlveda, quien definió bien ante Rossi tras la asistencia de Antilef. Algo que dejó hundidos a sus rivales.
Los minutos finales estuvieron protagonizados por los nervios y la precipitación de Boca, que vio cómo se le escapó una oportunidad de lujo para acercarse a puesto de la Copa Libertadores. El colegiado decretó el final del duelo y el reparto de puntos se produjo en el Julio Humberto Grondona.
Por su parte, los de Darío Espínola siguieron como colistas después de un partido en el que su buen posicionamiento táctico y defensivo dio sus frutos y consiguió un punto con vistas a escalar puestos.