Desde 2016 lleva la capitana de Estados Unidos Megan Rapinoe plantándole cara a EE.UU en forma de protestas cada vez que el himno de su país comienza a sonar en un estadio.
Rapinoe, autora de los dos tantos que acabaron con el sueño español en el Mundial Femenino de Francia y permitieron a EE.UU seguir avanzando hacia cuartos, se sumó a las protestas de Colin Kaepernick contra la brutalidad y el racismo policial, por lo que desde entonces no canta el himno estadounidense.
Al principio de sus protestas, llegó a arrodillarse cada vez que el himno de Estados Unidos comenzaba a sonar, hasta que la Federación le obligó a permanecer, al menos, de pie. Rapinoe cumple con lo obligado, pero se niega a cantar el himno.
Algo que no le ha sentado nada bien al actual presidente Donald Trump, que no ha dudado en criticar la imagen de Rapinoe en territorio francés en unas declaraciones concedidas a 'The Hill'.
"Es poco apropiado que no entone el himno", comentó un Trump que en ocasiones anteriores llegó a asegurar que los deportistas que protestaran durante el himno no deberían estar en el país, eso sí, refiriéndose a los de la NFL.
Al comienzo de las protestas, en 2016, Rapinoe ya explicó en unas declaraciones concedidas a 'The Player's Tribune' su decisión de protestar durante el himno de Estados Unidos: "No he experimentado la brutalidad policial, ni racismo, ni nada parecido a ver el cuerpo de un familiar muerto en la calle. Pero no puedo permanecer como si nada cuando hay gente en este país que tiene que lidiar con este tipo de cosas".
"No hay forma perfecta de protestar. Sé que nada de lo que haga aliviará el dolor de esas familias, pero siento que arrodillarme durante el himno nacional es la forma correcta de proceder y haré lo que sea para ser parte de la solución", añadió la capitana estadounidense.