Es irónico, hasta poético, que la derrota que quizá dé con los huesos de Mourinho en la calle se la haya propinado un antiguo pupilo suyo como Frank Lampard.
El que fuera su favorito en el Chelsea se enfrentó, entrenando al Derby County, a todo un Manchester United que confiaba en lograr un pase fácil a octavos de la EFL Cup.
Y parecía que así sería, cuando Juan Mata aprovechó el brutal arranque del United para poner por delante a los 'red devils'. Una gran jugada coral que pasó por todos los de ataque fue culminada por el futbolista español con un sublime toque de interior, directo al fondo de las redes.
El United se conformó con eso. El Derby County no bajó los brazos en ningún momento, pero no logró poner en serios apuros a los de Mourinho. Lampard perdía la partida.
Hasta el segundo tiempo. En el segundo acto todo cambió. Como una buena historia de drama y suspense, llegada la hora de partido sucedió lo inesperado.
Igualó el Derby County gracias a una falta directa que Harry Wilson puso en la escuadra derecha de Sergio Romero, que apenas pudo hacer otra cosa que no fuera mirar desde un sitio privilegiado aquel golazo.
Entonces se le derrumbó el castillo de naipes al United. Siete minutos más tarde veía la roja directa Romero, por tocar con la mano el balón fuera del área, al salir a tapar un pase largo para Harry Wilson.
Y el Derby County comenzó a acosar al United. Buscaban los penaltis los 'red devils', pero Marriott puso por delante, a cinco del final, al conjunto visitante, dejando en silencio Old Trafford. El United estaba, en esos momentos, eliminado de la EFL Cup.
Pero apareció, en el minuto 95, el de siempre. O de casi siempre. Marouane Fellaini apareció, un día más, para salvar a Mourinho de un bochorno histórico. O, al menos, para darle un cuarto de hora más de credibilidad.
Suyo fue el gol en el último suspiro que mandó el encuentro, esta vez sí, a los penaltis. Y ahí se firmó el desastre. Nadie fallaba. Los lanzamientos se sucedían. Marcaba el Derby, marcaba el United.
Llegó la hora del octavo lanzamiento, y Keogh cumplió. La presión recayó sobre Phil Jones, y Scott Carson le detuvo el lanzamiento. Ahora sí, el Manchester United estaba eliminado, y nada menos que a manos del Derby County de Frank Lampard, un equipo del Championship.
Mourinho, cual moderno César, se llevó la que quizá sea la última puñalada de manos de un viejo amigo, de un antiguo alumno, de aquel que fuera su 'ojito derecho' en el Chelsea.