"Tuve un ataque de depresión y pensé en matarme"

Cristaldo ha renacido con Racing. El 'Churry' cambió de aires, se enfundó la elástica del conjunto argentino y dejó atrás un 2017 cargado de malos momentos, que le llevaron a tocar fondo y pensar en lo peor. 

En una muy dura entrevista concedida al diario 'Olé', el atacante argentino quiso sacar su lado más humano y revelar los malos momentos que vivió hace tan solo un año.

"Tuve pensamientos oscuros. Muchos. Me acuerdo que una vez, cuando iba manejando, me agarró como un ataque de pánico, de depresión. Pensé en darme un palo con el auto. Fue muy feo. Pensé en matarme", confesó el 'Churry'.

"Había dejado de pensar en el fútbol, no quería saber nada de nada. Me sirvió mucho mi psicóloga. Le estoy agradecido a ella. La necesitaba porque había momentos en los que no tenía ganas ni de levantarme de la cama, no quería ni ir al entrenamiento. No salía de mi casa, no quería ver ni a mis amigos", prosiguió.

Una lesión cambió su vida

Su mal momento comenzó a mediados de 2017, cuando llegó a Vélez: "Coincidió cuando estuve tres meses parado, sin hacer nada. No era un profesional. Estaba ido... Encima tenía muchos problemas personales, sobre todo familiares y con amigos. Eso también influyó bastante".

"Después, cuando ya hacía la pretemporada, empecé a sentirme mucho mejor. Me repuse. Hasta que a los dos o tres partidos me lesioné y nunca más volví bien en lo físico. Y arrancó la decadencia, de nuevo", añadió.

Durante aquella etapa, su estado de forma se desmejoró muchísimo, algo que le hizo recibir muchas críticas: "Mi escape era comer y a veces hasta tomar un poco de más. No estaba bien psicológicamente, me sentía deprimido. Nunca en mi vida pensé que pasaría eso... No se lo deseo a nadie. Yo soy un chico muy alegre, pero en ese momento veía todas cosas malas. Todo lo malo de mí y en los demás. En todos".

Eso sí, Cristaldo asegura ser un jugador totalmente nuevo tras aterrizar en Racing: "Recuperé la alegría, me siento profesional de nuevo. Vengo a entrenarme con ganas. Y ahora disfruto de las pequeñas cosas, de ir a comer con amigos, de levantarme cada mañana para ir a practicar".

"Hasta puedo disfrutar de mis hijos. La vida me dio una segunda oportunidad de demostrarme que lo que hacía estaba mal. Y debo aprovecharla", sentenció el argentino.