Que Ucrania se haya despedido de la Eurocopa sin marcar ningún gol será una de los grandes misterios de la competición. El combinado que dirige Myjailo Fomenko tuvo una docena de oportunidades. Ninguna entró.
Ucrania se estrelló una y otra vez cada vez que penetró en los dominios de Fabianski. Lo paradójico del asunto es que al guardameta polaco apenas se le recuerdan intervenciones. Ucrania hiló buen fútbol, pero se le apagaron las luces en cada disparo.
La puntería que no tuvo Ucrania la mostró Blaszczykowski. Al menudo extremo de la Fiorentina no le tembló el pulso cuando cazó un balón en el área de Pyatov. Caracoleó y su zurdazo quebró el muro ucraniano.
Tampoco tuvo puntería Lewandowski. El delantero del Bayern derrocha calidad, pero sigue negado de cara al gol en la Eurocopa. Nada más que empezó el encuentro se quedó solo ante Pyatov. Su remate de primeras la mandó por encima del larguero.
A partir de ahí, Ucrania tiñó de amarillo el encuentro. Konoplyanka, Yarmolenko y Zozulya capitalizaron casi todas los oportunidades. Yarmolenko incluso disfrutó de un mano a mano que incomprensiblemente marró. Ni a puerta se dirigió su disparo.
Blaszczykowski, el único que golpeó
La segunda parte siguió el mismo guión: el balón y los acercamientos pertenecían a Ucrania. Konoplyanka no controló un balón cuando se quedaba solo en el punto de penalti y Zinchenk enviaba un cabezazo por encima del larguero de Fabianski.
Golpeó Blaszczykowski e incomprensiblemente Polonia no puso la directa a por otro gol que le habría permitido acercarse al primer puesto de grupo. El monólogo siguió siendo de una Ucrania orgullosa, a pesar de estar ya eliminada.
Venció Polonia y evidenció Lewandowski que está lejos del nivel que suele exhibir cuando se pone la camiseta del Bayern de Múnich. Quizá en la siguiente ronda su adversario no perdone tanto como este martes perdonó Ucrania.