El miedo se apoderó de los primeros minutos de partido en Vallecas. Por un lado estaba un Rayo que busca el 'play off'. Por el otro, un Oviedo que juega con fuego en cada jornada.
Fue el Oviedo el que tuvo el primer tiro con peligro del partido. Pese a ello, fue el Rayo Vallecano el que reaccionó y entró al partido. Lunin se hizo gigante bajo la portería para hacer rabiar a un Vallecas que no dejaba de apoyar a su equipo.
Tiró de efectividad el Oviedo en una de las primeras ocasiones claras que tuvo para ponerse por delante. Rodri, de falta, mandó el balón directo a la red para firmar uno de los goles de la jornada.
El gol dejó tocado a un Rayo Vallecano que sufrió por no salirse del partido. Tuvo que aparecer Dimitrievski para que el Oviedo no duplicase su ventaja en la primera mitad.
Tiró de casta el Rayo Vallecano para buscar el gol del empate. Puso defensa de tres, llenó el centro del campo de jugadores y atacó con dos arietes puro hasta encontrar el ansiado tanto en Vallecas.
La alegría del Rayo coincidió con el enfado de un Javi Rozada enfurecido con el penalti pitado por Trujillo Suárez, a instancias del VAR. Con el técnico del Oviedo expulsado, Ulloa aprovechó el lanzamiento de once metros para batir, no antes de que tocase el balón, a un Lunin que adivinó el sitio pero no pudo evitar el tanto.
El empate no terminó de convencer al Rayo Vallecano, que sacó un punto de un partido mejorable y acabó con diez por la expulsión de Trejo. Tampoco a un Oviedo que sigue metido en la lucha por la permanencia.