Ronald Koeman afronta una temporada en la que ha de aumentar el éxito del Barcelona, pero también gestionar una plantilla más larga de lo que a él le hubiera gustado. De ahí que se encuentren en la misma profesionales que dependerán de cómo gestione el técnico sus situaciones individuales para saber si serán importantes o no.
Son, principalmente, Umtiti, Coutinho, Riqui Puig, Neto y Collado. Algunos de ellos pudieron marcharse este verano. El caso más sonado es el del central francés, pues su rendimiento la pasada temporada no terminó de agradar. Entraba en la nómina en rampa de salida que encabezó Pjanic, pero, al final, solo él se marchó. Lenglet llegó a sonar para cambiar de club a principios de mercado y, al final, se queda.
Coutinho es quizá quien más ilusionado podría encara esta etapa. Está de vuelta después de una aparatosa recuperación por la que sacó pecho en sus redes sociales. En las mismas, se mostró con muchas ganas de volver a saltar al campo. Jamás exhibió en la Ciudad Condal el nivel del que disfrutó en el Liverpool. Nueva reválida para que lo haga.
Riqui Puig, canterano brillante, encara otro año deportivo en el que ha de intentar convencer a Koeman de que puede ser útil y dar pasos adelante siguiendo la estela de Pedri. Neto, a la sombra de Ter Stegen, gozó de importancia mientras el alemán estaba lesionado y Collado, sin dorsal ni en el plantel sénior ni en el filial, es una incógnita total.