Calma. Ese es el mensaje con el central galo. Vienen partidos muy exigentes y, ante la falta de efectivos en la zaga, se antojaba como el comer su recuperación. Sin embargo, el campeón del mundo tendrá que resignarse con ir paso a paso.
Se vislumbraba un escenario optimista, incluso con la participación de Umtiti en los dos encuentros que disputará el Barcelona en cuestión de días contra el Real Madrid, primero en la Copa del Rey, luego en LaLiga. Pero Valverde y los responsables del área deportiva lo frenarán.
El 6 de marzo se disputa la final de la Supercopa de Catalunya, frente al Girona en Sabadell. Ese choque, pese a tener un título en juego, estará absolutamente carente de presión, por lo que probablemente será entonces cuando el galo pueda volver a calzarse las botas.
Se quiere ver ese partido como un banco de pruebas para ver cómo responde su maltrecha rodilla a la exigencia de la competición. A partir de ahí, en caso de buenas sensaciones, habría que jugar ante Rayo Vallecano y Betis en Liga antes de parar por los compromisos de selecciones.
Tras ello, quedaría la vuelta de los octavos de final de la Champions, un partido especial para Umtiti. Por entonces, se podrán calibrar sus opciones de jugarlo, aunque a día de hoy se presenta como incuestionable el dúo Piqué-Lenglet en el eje de la zaga.