Poco dejó reseñable el que a priori era el partidazo de la jornada en la Premier League en la primera parte. Cuando parecía que el 0-0 y el nada que contar llegarían al descanso en el Chelsea-Liverpool, Christensen animó la tarde.
El central abrazó a Mané en una jugada en la que se supo perdedor de la pugna con el senegalés. El colegiado, en principio, pitó falta y enseñó la amarilla al central.
Pero el VAR advirtió de que podría ser un castigo mayor. Tras una breve revisión, la amarilla se convirtió en una roja que complicaba en exceso el segundo tiempo a los de Frank Lampard.
La jugada podría haber sido manifiesta de gol, aunque Kepa salió de su área, pocos saben muy bien por qué, y podría haber entorpecido el mano a mano a Mané. Pero Christensen no se entendió con su portero y su abrazo le salió muy caro.
El abrazo de Christensen a Sadio Mané que castigó el VAR
— DAZN España (@DAZN_ES) September 20, 2020
El árbitro le sacó tarjeta amarilla, pero la jugada fue revisada y el Chelsea acabó con su jugador expulsado #PremierLeagueDAZN pic.twitter.com/1hfmYsL06f