Cuando Junior Firpo aterrizó en el Camp Nou en el mes de junio no esperaba que el Barcelona fuera tan diferente a su Betis, equipo en el que había crecido desde la cantaera hasta dar el salto al primer equipo.
Se encontró el zaguero de 23 años un equipo totalmente diferente en el campo al conjunto verdiblanco, una tarea más que complicada que Junior todavía no termina de entender.
De hecho, en el Wanda Metropolitano ante el Atlético de Madrid se le vio algo perdido y hasta Messi tuvo que corregirle en alguna que otra decisión, pero Junior nunca tiró la toalla y el Barça regreso a territorio catalán con los tres puntos bajo el brazo.
"Ahora es cuando más confiamos en él. Tiene mucha personalidad, es un tío de la calle y sabe en qué aspectos debe mejorar", comentan sobre el joven jugador desde las oficinas del club azulgrana, según recoge este jueves el diario 'AS'.
Tras ocho encuentros titulares disputados y un gol anotado en lo que va de temporada, parece que la inversión de 18 millones de euros, más 12 en variables, que el Barça hizo por el defensor en verano comienza a dar sus frutos, aunque todavía le queda mucho por aprender de la filosofía 'culé'.