Corría el minuto 12 de los octavos de final de la Copa MX cuando Martín Barragán, futbolista de Pumas, cometió un penalti por mano dentro del área. El portero salió mal a despejar y el defensa sacó la mano para evitar el gol de Santos Laguna.
Lo que ocurrió a continuación no tiene explicación alguna. El árbitro Brian González señaló la clara pena máxima, pero después de las reclamaciones de ambos equipos, el colegiado decidió mostrar la tarjeta roja a Jesús Rivas. Se equivocó de jugador.
Ante la incredulidad de Pumas, González acudió a la banda para consultar la jugada, pero el línea tampoco se percató de qué futbolista auriazul era el infractor, por lo que se mantuvo la expulsión de Rivas, que no estaba ni cerca de la acción.
Ninguna de las protestas había surtido efecto, así que Rivas, juvenil de apenas 17 años, se marchó entre lágrimas del campo tras su injusta expulsión.