Tras el primer tropiezo en el regreso del confinamiento, el Burnley se puso las pilas y sacó su mejor juego para encadenar seis partidos sin perder. Con la salvación asegurada, los 'clarets' se desperezaron.
Su penúltimo rival en esta Premier League fue el Norwich, que planteó un partido correoso. La frustración fue patente en el cuadro local, que se quedó con nueve jugadores en la primera mitad.
Los hombres de Sean Dyche aprovecharon las dos expulsiones y se pusieron por delante al final de la primera mitad. Chris Wood puso su firma en una buena obra de arte.
El delantero aprovechó un envío de Gudmundsson para rematar con una chilena poco ortodoxa. Rozó ligeramente Tim Kruul, pero no lo suficiente para evitar el tanto.