Juan Carlos Osorio tenía guardado un as bajo la manga para el cruce de octavos. Ante Brasil, favoritísima al título, el seleccionador mexicano tiró del sempiterno Rafa Márquez como centrocampista de contención.
A los 39 años, el bueno de Márquez volvió a ser titular en un Mundial, el quinto de su carrera deportiva, algo que sólo habían logrado tres jugadores a lo largo de la historia: Carbajal, Matthäus y Buffon.
Lo que jamás había hecho conseguido nadie era ser titular en cinco Copas del Mundo. En Rusia, Márquez cambió la historia, aunque en el descanso Osorio le sustituyó por Layún.
Antes del choque ante los brasileños, Osorio ya le había dado minutos al futbolista de Atlas, que aterrizó en Rusia con restricciones por estar en la lista negra de Estados Unidos.
Jugó 17 minutos frente a Alemania y 22 ante Corea. Curiosamente, en el único partido en el que no se vistió de corto, México cayó derrotada de forma contundente: 0-3 frente a Suecia.
Oportunidad única, por tanto, la que recibió Márquez por parte de su seleccionador. La edad es sólo un número y el ex de Barça o Mónaco volvió a demostrarlo, con Brasil como contrincante y en una eliminatoria mundialista.