El Real Oviedo y el CD Mirandés se enfrentaban este sábado con la intención de mantener sus respectivas buenas dinámicas y alejarse del pozo.
El conjunto asturiano se llevó el gato al agua gracias a un solitario gol de Borja Bastón, que ya lleva siete, y un control defensivo absoluto sobre un inofensivo Mirandés. El cuadro de Joseba Etxeberría se convirtió más en un 'corderito' que en un 'jabato' (apodo de la entidad).
El partido comenzó con un dominio absoluto del esférico de los visitantes, pero bastante estéril, ya que era incapaz de incidir o ver las grietas de una compacta defensa de los pupilos de Álvaro Cervera.
De hecho, las ocasiones no llegaban en los primeros minutos. Al Oviedo le duraba muy poco el balón, mientras que el Mirandés lo intentaba a través de ataques posicionales, pero con apenas peligro.
El choque no cambiaba de dinámica hasta en el minuto 22, cuando Alfonso Herrero iba a ralizar una gran parada y despejar a córner un colocado disparo del carrilero Lucas Ahijado. La sensación de alivio le iba a durar muy poco al cuadro rojillo.
Bastón, al rescate
En la salida del saque de esquina, David Costas se elevó más que nadie en el área y su cabezazo fue directo a Borja Bastón, que desvió la dirección de balón y engañó por completo al meta visitante. El punta madrileño adelantó a los suyos y marcó su séptimo gol en el presente curso. Poca broma.
A partir del tanto, el encuentro iba a jugarse a lo que el equipo 'carbayón' quiso y dominó a la perfección los tiempos del partido. Desde el minuto 22, que fue cuando llegó el tanto asturiano, no iba a pasar nada más interesante, salvo algún acercamiento esporádico, hasta el borde del tiempo de descanso.
El Mirandés protagonizó su primer remate en el mintuo 44, pero el recurso de espuela de Oriol Rey en la salida de un córner se marchó desviado. Un minuto después, Barbu cabeceó un centro lateral, pero tampoco encontró la portería de Braat.
Tras el tiempo de descanso, el Oviedo fue el equipo que buscó el tanto con más ahínco ante un inofensivo rival. La sensación que daba el cuadro dirigido por Etxeberría era de un plantel indolente y con pocos recursos de hacer daño. Algo impropio con lo que llevaba demostrando en las últimas semanas.
En el 47', Sergi Enrich lo intentó con un disparo blando, pero colocado, que atajó Herrero, la única noticia positiva de la tarde para el Mirandés.
La oportunidad más clara del Mirandés llegó cuando se rozaba la hora del partido. Óscar Pinchi tuvo el tanto de la igualada tras un magnífico centro servido desde la derecha, pero su disparo se marchó por encima del larguero.
El cuadro 'jabato' tuvo ninguna ocasión más de cierta claridad en el resto del partido. Es más, el partido tampoco regaló una cantidad de acciones para acercarse al gol.
Borja Bastón pudo hacer un 'hat-trick'
Pese a que el panorama del choque invitaba a la pesadez del juego y a las interrupciones contanstes. Borja Bastón tuvo la oportunidad de anotar tres goles al Mirandés.
La primera de ellas fue en el minuto 73, cuando el punta capitalino remató con la testa un envío que fue atajado, en dos tiempos, por Herrero.
La última, y más clara, llegó en el 79'. El delantero madrileño recibió solo un pase de Obeng y en el intento de vaselina, Herrero se lo leyó a la perfección.
Cervera ordenó a los suyos que no descuidaran la retaguardia y jugaran con el resultado. Por ello, ante que cada vez quedaba menos tiempo para el final del encuentro, el Oviedo se dedicó a cerrar filas y lograr tres puntos capitales para respirar en la tabla.