Qué bien va a dormir esta noche Germán Valera. Va a coinciliar el sueño como su fuera un chaval de 18 años que se estrena en Segunda División con su nuevo equipo, el Tenerife, y que lo hace firmando el tanto del triunfo en el 86'. Si el día del debut nunca se olvida, el murciano, con menos razón.
El futbolista formado en las categorías inferiores del Atlético acudió al rescate de un 'Tete' que dominó la posesión del balón, generó ocasiones de gol y demostró tener la misma fiabilidad en ataque que una escopeta de feria.
La Ponferradina, que podía haber igualado a Real Sporting y Leganés en el 'play off' de ascenso, jugó a defender desde el 1' al 80'. Los de El Bierzo centraron sus esfuerzos en mantener su portería a cero, y lo consiguieron hasta los últimos minutos merced al desatino de los delanteros rivales, porque espacios ofrecieron, y no pocos.
Los habituales minutos de tanteo se prolongaron más de la cuenta, hasta el ecuador del primer acto. Entonces, los pupilos de Luis Ramis comenzaron a probar a José Antonio Caro con lanzamientos desde la media distancia. El onubense, con mayor o menor seguridad, repelió todo lo que merodeaba el área.
Volvieron los futbolistas tras el paso por los vestuarios y el guion volvió a ser el de la segunda mitad de los primeros 45 minutos de juego. Lanzamientos lejanos del Tenerife que Caro despejaba. Una y otra vez. Una y otra vez. Hasta que, tras el carrusel de sustituciones, la Ponferradina al fin se pronunció en ataque.
Eso sí, con excesiva timidez. Un cabezazo picado de Curro Sánchez a la salida de un córner y un tiro desde la frontal de Pablo Valcarce, lo único que hicieron los de Jon Pérez Bolo en ataque. Y en las dos ocasiones intervino con solvencia Dani Hernández.
Y entonces llegó el minuto 86, el del gol, que llegó ¡en un saque de banda! Sipcic, demostrando que fue fruto de la pizarra de Ramis, prolongó el envío dentro del área y Germán Valera metió la puntera para mandar el balón a las mallas y desequilibrar la contienda.
La Ponfe, entonces sí, intentó reaccionar y empatar antes de que Vicandi Garrido señalase el final, pero ya fue demasiado tarde. Germán Valera no estaba dispuesto a que el arreón final de los blanquiazules manchase su debut.