Una sanción que obligará al Reus a reconstruirse ya que no podrá acceder durante tres años a la LFP, por la expulsión inmediata del equipo por los impagos, además de tener que abonar una multa a la patronal de 250.000 euros.
Semana atípica de derbi en la que el Nàstic ha preparado un 'stage' en la localidad de Oliva (Valencia) para intentar hacer grupo y empezar a conjurar al equipo, que cuenta con 11 caras nuevas de este mercado de invierno.
Por su parte, el Reus Deportiu conoció que la Real Federación Española de Fútbol empezó a tramitar las bajas de lo que era su plantilla y los jugadores que abandonaron en última instancia la disciplina reusense podrán empezar a jugar con sus nuevos equipos.
El Nou Estadi no abrirá las puertas al partido más esperado del año, el derbi entre dos localidades enfrentadas y quedará en el anecdotario que nunca el equipo local fue capaz de superar al Reus en la Liga de Fútbol Profesional, dos derrotas en dos enfrentamientos.