La UEFA generó este viernes todo un terremoto al anunciar que el Manchester City no podrá participar en las competiciones europeas durante las dos próximas temporadas.
El castigo ha venido generado por ciertas irregularidades cometidas por el conjunto inglés para tratar de cumplir el famoso 'Fair Play Financiero'.
Las mismas, relacionadas con ingresos por patrocinio inflados para cuadrar sus cuentas, se produjeron entre los años 2012 y 2016.
En ese intervalo de tiempo, el cuadro 'citizen' se gastó más de 700 millones de euros en fichajes cuando ingresó solo algo más de 200. Todo ello gracias en gran medida a las infracciones comentadas.
El balance entre gastos e ingresos de esas campañas siempre dejó números rojos en el City: -18 millones en la 2012-13, -105 en la 2013-14, -72 en la 2014-15, -140 en la 2015-16 y -166 en el verano de la 2016-17.
Los 'sky blues' acometieron en esos cuatro años grandes inversiones, con Kevin de Bruyne (76 millones de euros) y Raheem Sterling (64) siendo sus mayores desembolsos.
Ambos llegaron en un verano de 2015 en el que, como recuerda 'AS', también aterrizó Otamendi por casi 45 'kilos'.
Con anterioridad, futbolistas de la talla de Fernandinho (40 millones en 2013) o Mangala (45 millones en 2014) aterrizaron en el Etihad a golpe de talonario.
Aunque el gran desembolso del City (en el periodo investigado) se produjo en el año 2016 con la llegada del técnico Pep Guardiola al banquillo.
Aquel verano, el cuadro de Mánchester tiró la casa por la ventana con las contrataciones de Stones (56 'kilos), Sané (otros 50), Gabriel Jesus (32 millones)... En total, el cuadro gastó casi 200 'kilos' en ese periodo estival.
Un año después llegaría el mayor despilfarro del cuadro inglés (más de 300 millones en un solo verano), pero el curso 2017-18 no entró dentro de la investigación inicial de la UEFA.
Ahora, el City pagará (de momento) muy caro el gasto realizado durante esas temporadas en las que el cuadro mancuniano se asentó en la gran élite europea a base de fichar estrellas cuya continuidad en el equipo está en duda.