Así es la Juve, así es Cristiano. Sin hacerlo bonito, sin competir de forma brillante, sin ninguna actuación descollante, vencen. Tal cual. Ya puede hacer méritos el rival que los puntos se los llevan ellos.
La Juventus ganó 0-3 al Sassuolo como el que se hace un huevo frito, pasa la escoba por el suelo de la cocina o saca unas entradas para el cine por internet. En la oficina de Cristiano Ronaldo y la Juventus hay incontables victorias logradas sin adorno, sin florituras. Con dominio de las áreas también se levantan títulos. Tan simple, tan complicado.
Y eso que el Sassuolo salió enchufadísimo, queriendo poner en problemas la salida de balón de la Juventus, que sacó una defensa de circunstancias a la espera de la recuperación de Chiellini y Bonucci. Cáceres y Rugani no son lo mismo, y Berardi, Locatelli y compañía lo sabían.
Szczesny voló cuando no se habían cumplido ni dos minutos para tapar un disparo de Sensi. A los cinco minutos, cayó Djuricic en el área y el VAR revisó si había algo punible. Nada. A los 15 minutos, Locatelli casi la clava en la escuadra. Agua.
Cuando entró Pjanic en juego cambió el color del escenario, aunque necesitó un error del Sassuolo la Juventus para golpear por primera vez. Consigli despejó muy mal, la interceptó de pecho CR7, conectó con Pjanic, que se la devolvió, tiró el portugués y por allí andaba Khedira para remachar a la red.
Durísimo golpe para el Sassuolo, que no se recuperó hasta la segunda mitad. De hecho, casi Khedira hace el segundo con un cabezazo a pocos segunos del descanso. Se escapó por centímetros.
En la segunda parte, Mandzukic bordeó el gol y Berardi echó fuera, sin portero delante, la ocasión más clara del Sassuolo. Szczesny salió de su área para despejar, lo hizo mal, pero el jugador del equipo de De Zerbi no anduvo atinado desde los 35 metros.
Se libró la Juve, quien hizo lo que mejor sabe: golpear con contundencia. Sacó un córner Pjanic y voló Cristiano para hacer el segundo. El máximo anotador de la Serie A lo volvió a hacer. Se lo dedicó a su compañero Dybala.
Emre Can, que llevaba apenas un minuto en el campo, completó el 0-3 con un disparo cruzado tras una cesión de CR7, presente en casi todos los ataques de la Juve, líder destacado del fútbol italiano.