Se esperaba mucha emoción tras todo lo ocurrido entre Chile y Argentina en la Copa América, pero nada más lejos de la realidad.
El duelo comenzó con mucha intensidad y con ambos equipos queriendo dominar el esférico y el ritmo del partido, aunque sin conseguirlo.
Durante el primer tiempo, Argentina se mostró superior a su rival, pero sin llegar a inquietar realmente a un Claudio Bravo que volvía a la Selección Chilena.
Un tiro lejano de Dybala, una jugada individual individual de Lautaro y una buena combinación entre 'La Joya' y Lo Celso fueron las mejores y únicas ocasiones de la 'Albiceleste'.
Por su lado, Chile ni existió en estos primeros 45 minutos y su acción más destacada fue una dura entrada al tobillo de Aranguiz sobre el propio Lo Celso.
La acción fue de roja directa, el árbitro la vio, pitó la falta y ni siquiera mostró la amarilla.
Esa entrada calentó un poco un partido que se fuel caldeando en una segunda parte en la que hubo de todo menos fútbol.
Y es que los segundos 45 minutos fueron un auténtico festival de interrupciones.
Las faltas y las cartulinas brillaron con luz propia: hasta siete amarillas mostró el colegiado en la segunda mitad.
A ello se añadió un auténtico carrusel de cambios (un total de once) que acabó de matar totalmente el ritmo del duelo.
Pese a todo, los poco más de 2000 espectadores presentes en el Memorial Coliseum pudieron ver algún gol en dos acciones aisladas que acabaron topándose con el palo.
Al final, el marcador no se movió y el encuentro acabó con un 0-0 que no permite extraer demasiadas conclusiones.