Si Almeyda y Schelotto analizan el partido, no tardarán en destacar la importante falta de pegada que evidenciaron ambos conjuntos durante todo el encuentro.
Un partido que superó la treintena de remates entre los dos conjuntos dista mucho de poder cerrarse con el 1-1 con el que sonó el pitido final.
Si bien Boca fue mejor en muchos momentos del partido, la reacción de Chivas al dominio argentino siempre fue positiva y peligrosa.
Bou rompió las tablas de la primera mitad con un gran remate tras pase maravilloso de Gago, que firmó un gran encuentro. Boca parecía tener el partido en el bolsillo ante un Chivas titubeante, pero un error de Vergini metió de nuevo a los mexicanos en el partido.
Mal despeje del defensa que no desaprovechó Pulido para empatar. Y los minutos finales se convirtieron en una loteria. Ocasiones por un lado y por el otro, con la pólvora mojada y el destino de los penaltis para dirimir ganador.
Volvió a fallar Vergini y Chivas se quedó con el consuelo ante un Boca Juniors que sigue perfilando cosas para el tramo final de la temporada en Argentina.