Un derbi vasco de necesidad con un reparto de puntos como buenos hermanos. Ese fue el resumen de un Alavés-Real Sociedad en el que, quizá, el conjunto local mereció más, pero la falta de colmillo arriba propició el empate a uno ante una Real que, aunque no se reencontró con el triunfo en Liga, frenó la sangría de derrotas en la competición de la regularidad.
Apretado por su situación en la tabla y con la motivación de tener un nuevo técnico, el Deportivo Alavés salió con ganas y dispuesto a morder a una Real Sociedad que estuvo de lo más incómoda en los primeros compases del duelo debido a la elevada presión del conjunto de Mendizorroza, que no dejaba triangular a su rival.
El equipo vitoriano recuperaba con facilidad el balón y se aproximaba al área donostiarra con cierta claridad, pero no terminaba de encontrar un camino claro a la meta de Remiro. Pese a no dominar, la Real sí que tuvo esa clarividencia de cara a la portería rival y dio el zarpazo en su primera ocasión con un Januzaj que aprovechó una gran combinación entre Silva y Portu en el minuto 14.
El tanto no cambió demasiado lo visto sobre el césped en los primeros minutos, pero metió algo de miedo en el cuerpo a un Alavés que veía muy real la posibilidad de que la Real Sociedad matase el choque en un contragolpe. Lo probó el equipo de Imanol Alguacil, con Silva e Isak teniendo dos grandes ocasiones, pero la falta de puntería y la madera mantuvieron vivo al conjunto local tras el primer tiempo.
El resultado sonreía a la Real, pero la sensación de dominio era local. Sin embargo, la falta de colmillo del Alavés estaba condenando a un cuadro de Mendilibar que, en una acción inesperada, encontró el empate. Zubeldia, en un salto, cometió una pena máxima tan torpe como innecesaria sobre un Joselu que, antes de cumplirse la hora de partido, no falló desde los once metros para poner el 1-1.
Con el empate, la ambición del Alavés se multiplicó ante una Real desconocida a nivel de juego y que no daba la sensación de poder revertir su mala racha de los últimos encuentros. Eso sí, el equipo visitante podía jugar con la desesperación del cuadro de Vitoria, más necesitado de triunfo tras resultados como el del Getafe (que superó al Real Madrid).
El Alavés buscó con más ímpetu el gol de la victoria, pero lo cierto es que Remiro solo vio peligrar su meta con un bonito disparo de Édgar Méndez a la media vuelta desde la frontal que salió cerca de su palo izquierdo. Mientras tanto, Januzaj era el único que lo probaba en una Real Sociedad que, en el tramo final, comenzó a valorar el punto tras cuatro derrotas seguidas.
El silbatazo final del colegiado certificó un 1-1 que supone un inicio más que aceptable para la 'era Mendilibar' en el Alavés y que sirve para coger cierta confianza al equipo de Imanol, que se mantiene a tres puntos de la tercera posición.