Cuando el punto que se saca al firmar las tablas es ese pellizco clave para adelantar un puesto en la jerarquía sobre el papel, este puede antojarse clave, pero no es el caso. Estuvieron los sables en todo lo alto, pero sin un resultado satisfactorio para algún bando.
Llevaron la iniciativa los locales, como se veía venir, lanzados por el apoyo de su hinchada. Tuvieron los visitantes que recurrir a un estilo de juego más enfocado a defenderse de las llegadas rivales para cimentarse y poder atacar también.
De ahí que la primera diana llegara por obra del plantel gracias a Mendez, pero quedaba todo el segundo tiempo por delante para analizar tácticas, cambiar estrategias y reorganizar el esquema en búsqueda del empate sobre el verde.
Y este llegó. Fue Chávez el encargado de materializarlo en el minuto 80. Poco tiempo quedaba para la reacción contraria y más cerca estuvo el 2-1, que hubiera sido épico para las gradas, del 1-2. Un punto para cada uno y poca alegría por el mínimo avance.