Un modesto equipo de la Serie D ha sido noticia en las últimas horas en Brasil debido a una contratación de lo más polémica y que no tiene parangón en el mundo del fútbol.
Y es que Rio Branco decidió contratar para defender su portería a Bruno Fernandes, un futbolista que, desgraciadamente, se hizo famoso tras ser condenado por el asesinato de su ex pareja, Eliza Samudio.
En 2010 fue condenado a 20 años y nueve meses de prisión por los hechos. Hasta este lunes, el meta probó suerte en 2017 con Montes Claros, pero la Justicia ordenó de nuevo su ingreso en prisión.
Ahora, con un estatus de libertad vigilada, el ex de Flamengo, a sus 35 años, defenderá la meta de un Rio Branco que es ya el centro de las iras de muchos aficionados.
Y es que tras el fichaje, tal y como señala 'Olé', se han producido numerosas manifestaciones en contra de la contratación por los antecedentes delictivos del que fuera guardameta del 'Mengao'.