El Real Madrid no pudo regresar a las victorias ante el Villarreal en La Cerámica. La remontada blanca estuvo cerca, pero un despiste defensivo permitió volver a adelantarse al Villarreal en la segunda mitad y los blancos ya solo pudieron salvar el empate.
En el choque, Zidane planteó una revolución en el once, con solo dos centrocampistas puros, Bale y Lucas en los costados, y Benzema y Jovic como doble punta de lanza.
Otro de los cambios estuvo en la defensa, donde Mendy por fin se estrenó de manera oficial y ocupó el lugar de Marcelo.
Su partido fue muy bueno en el plano defensivo, precisamente uno de los debes del jugador brasileño. Mendy aburrió a Samu Chukwueze y el nigeriano cuajó uno de sus peores partidos en el primer equipo amarillo.
Pero le faltó profundidad en ataque. Se sabe que el galo es un defensa con proyección y en La Cerámica no la mostró nada más que con cuentagotas.
En cualquier caso, un buen estreno que fue de lo más positivo para un Real Madrid que volvió a ceder puntos por segunda jornada consecutiva.