El primero en hincar rodilla fue el campeón, que empató 2-2 ante el Vitesse en el primer partido del sábado. Marcó Van de Beek, objetivo del Real Madrid, y Tadic, pero los goles de Bero y Bazoer dejaron el luminoso con 2-2.
El último partido del sábado fue la visita del PSV al Twente 1965 y terminó de la misma manera, con tablas en el marcador (1-1). Nakamura adelantó a los locales y Dumfries arañó un punto para el PSV.
El pinchazo del Feyenoord llegó en la sesión dominical y fue el tercer empate de un grande. De hecho, el partido estuvo a punto de decidirse por el Sparta Rotterdam, pero un gol de Larsson en el 94 colocó el 2-2 definitivo.