De haberlo hecho en el otro extremo del campo habría sido uno de los mejores goles de la Major League Soccer, pero por desgracia para él no sucedió de esta manera.
Corría el minuto 75 de partido y Portland y Seattle empataban a cero en el marcador. El conjunto visitante trataba de buscar el gol y probó fortuna por la banda derecha.
Kim Kee-Hee se plantó en el área libre de marca y, tras alzar la cabeza, decidió poner un balo raso al corazón de la misma, pero se encontró con Julio Cascante... para su fortuna.
Y es que el defensor de Costa Rica, al acompañar la jugada, desvió de manera involuntaria con el tacón la pelota hasta el fondo de su propia porteria en un 'remate' imparable para su guardameta.
Cascante, tras la acción, se lamentó de su suerte y no encontró consuelo por la importancia del gol, que acabó costándole la derrota a su equipo.
27 de agosto de 2018