Gica Hagi comandó a Rumanía a sus mayores éxitos internacionales. Su hijo Ianis amenaza con heredar esa responsabilidad, a tenor de lo visto en el Europeo Sub 21 de Italia.
Ha quedado claro que dio el salto a la élite demasiado pronto. Su paso por la Fiorentina fue breve y decepcionante, y eligió sabiamente volver a Rumanía.
El tiempo le ha dado la razón. Ahora es un jugador más maduro, y junto a George Puskas forma una dupla letal que ha llevado a Rumanía a las semifinales del Europeo.
Es pronto para decir si está o estará a la altura de su padre, una leyenda en Rumanía, pero por ahora podemos decir, sin lugar a dudas, que apunta maneras.