La locura y pasión por el fútbol van a veces mucho más allá de la lógica. Y el último caso se ha podido ver en los Países Bajos.
Un hombre y su devoción por el Feyenoord, uno de los grandes equipos del país, han salido a la palestra diez años después de un hecho increíble.
Según explica 'Goal', la mujer de dicho aficionado estaba en su momento lista para dar a luz en Holanda, pero el hombre obligó a su pareja a parir en Bélgica.
¿La razón? El hombre quería ponerle de nombre a su retoño Feyenoord, el equipo de su corazón, pero en su país no le dejaban.
Una historia de locos que demuestra que el amor por unos colores va, en la mayoría de las ocasiones, mucho más allá de lo racional.