Argentina ganaba por 2-0 a los iraquíes en ese momento, y Bashar Rasan recibió la peor noticia que podía imaginar. Durante el transcurso del partido su madre había fallecido.
Su seleccionador fue informado de ello, y decidió no ocultárselo a su pupilo. Y en vez de esperar al pitido final, decidió sentarle para darle la mala noticia.
Bashar Rasan fue titular ante Argentina, y jugó en el centro del campo, donde acostumbra. Le reemplazó, en el 70', su compatriota Mazin Fayyadh.