Atlético Bucaramanga y Millonarios disputaron este miércoles el partido que ninguno quiere jugar. Ambos conjuntos estaban ya eliminados de toda opción por colarse en la final del Apertura y el encuentro pasó prácticamente inadvertido para los aficionados.
Apenas hubo 4.055 personas, aunque la lluvia también tuvo parte de culpa. A pesar de que no había nada en juego, los 'leopardos' y los 'embajadores' quisieron acabar con honor el primer semestre y la victoria fue finalmente para el cuadro local.
Y todo se inició con un fallo defensivo de los visitantes. Error en la salida de Mackalister Silva, Dayro Moreno cedió de tacón a Cárdenas y éste, con un disparo ajustado al palo, batió a Montero. El cancerbero hizo la estatua y acompañó el balón con la mirada.
Atlético Bucaramanga dio el primer golpe al partido muy pronto, pero Millonarios se rehizo y empató en el 22'. Carlos Andrés Gómez recibió dentro del área, buscó el centro al primer palo y aprovechó el mal despeje de un rival para empalar la pelota en la red.
Con el 1-1, el partido se volvió más igualado hasta que apareció Dayro Moreno. Pasada la media hora, el delantero, tras meter Jader Valencia la pierna ante Díaz, quedó habilitado y de forma acrobática puso por delante de nuevo a su equipo.
Alberto Gamero se echó las manos a la cabeza por otro error en una zona comprometida y ya se mentalizó de que en el segundo tiempo tenía que hacer cambios. Tras la reanudación, el partido bajó de intensidad y hubo momentos muy aburridos.
No pasó nada por ambas áreas. Es como si ambos conjuntos estuvieran conformes con lo que ya había ocurrido en el primer tiempo. Al final, el partido se agitó en la recta final y Millonarios contó con dos oportunidades claras.
En el 75', Mackalister Silva buscó a Bertel y el lateral zurdo, tras un potente remate, estrelló la pelota en el palo. Los 'embajadores' se quedaron con la miel en los labios al igual que dos minutos después. Y es que, de nuevo, los de Gamero se toparon con el poste.
Abadía cazó un balón suelto dentro del área, le pegó fuerte y la madera escupió la pelota. La suerte no acompañó a Millonarios en esas acciones y al final tuvo que despedir el semestre con una derrota más que dolorosa. Ahora, a reflexionar de cara a la segunda parte de la temporada.