El Real Madrid no entra fino a los partidos. Quedó demostrado ante el Brujas en la segunda jornada de la Champions League, cuando los blancos se fueron al descanso un 0-2 en contra en el Bernabéu.
Se trata de un déficit que, unido a la falta activos a la hora de atacar, se hace muy difícil de dar la vuelta con el paso de los minutos. Remontar nunca es fácil, pero a este Madrid le cuesta más que a ninguno.
Y es que de los últimos seis partidos que el cuadro blanco comenzó por detrás en el marcador no ha conseguido sacar adelante ninguno, dejando la racha negativa en un escalofríante cero de seis.
Pero tampoco pinta mejor la situación que si se rememora a la época que volvió Zinedine Zidane al banquillo de Chamartín. Desde ese momento, el cuadro blanco ha tenido problemas de concentración en los primeros minutos.
De 20 partidos oficiales, en nueve se vieron con desventajas en el electrónico. Un problema que es necesario que se aborde y se corrija desde ya, si no se quieren ver en más situaciones como la del pasado miércoles.
Pero es que este sábado, además, tendrán por delante al Granada, que suma un registro fuera de casa envidiable con dos empates y dos victorias, además de un balance 5 goles en contra y 10 a favor en cuatro partidos.
Unos nazaríes que, además, de las siete jornadas de Liga sólo se han visto por detrás en dos. En la primera, ante el Villarreal cuando empataron en tres ocasiones. Mientras que en la segunda fue el Sevilla y los de Diego Martínez cayeron por la mínima.