No se habían cumplido los cinco primeros minutos en estadio Benito Stirpe, cuando Steven Nzonzi erró en la iniciación de la jugada ofensiva de la Roma y puso en jaque a su defensa.
El centrocampista francés se equivocó en la salida de balón, cediéndoselo a un Ciano que anduvo listo y robó en la frontal romana para amenazar a Olsen con un disparo lejano.
Sin embargo, el error de Nzonzi no fue el único romano en la jugada. El guardameta visitante trató de despejar el balón, pero acabó desviándolo hacia su propia portería.
Un jarro de agua fría para la Roma, que no tardó en remontar: Dzeko y Pellegrini, en un minuto, pusieron el 2-1 en el marcador.