Al término del partido entre Real Madrid y Betis, con victoria para los primeros por 2-1, un niño saltó al terreno de juego en busca del francés Ferland Mendy, quien, a pesar de que esta acción sea algo prohibido, recibió con cariño al chico y le entregó su camiseta de recuerdo.
Justo antes de que alcanzara al lateral izquierdo galo, la seguridad privada del club interceptó al niño, aunque finalmente pudo llegar a su objetivo y se llevó la elástica de regalo.
Además, tras el pitido final, el austriaco David Alaba, quien intercambió su camiseta, y el brasileño Éder Militao se quedaron en el terreno de juego para aplaudir a la afición madridista, que llenó el Santiago Bernabéu 106 días después del último encuentro que acogió el feudo blanco, también contra el Betis.