Pocos minutos tardaron los equipos en mostrar sus cartas: el Alcorcón quería ir arriba cuanto antes y acabó demostrándose a sí mismo que las prisas son malas consejeras. Los de Pacheta optaron por ir poco a poco y cimentar una buena defensa antes de golpear con contundencia.
En el proceso, tuvo que soportar que los visitantes les buscaran las cosquillas. Aprovechando un error en defensa, Pomares puso a prueba a Édgar, que aprobó con nota parando su tiro con el exterior poniendo las dos manos. Justo después, Sosa lo intentó con un tiro cruzado que falló.
Fue lo último que se vio de ellos en toda la primera mitad. Cayeron en las arenas movedizas de sus sus anfitriones, que acabaron adelantándose a balón parado tras varias acometidas. Dani Calvo aprovechó un testarazo al larguero de Folch para empujar el rechace a la red de cabeza.
Habrá que preguntarle a Fran Fernández qué le dijo a sus pupilos en el descanso para enseñarlo en las escuelas de fútbol, pues tardaron dos minutos en firmar el empate. Fue Pomares controlando con el pecho y mandando a la red con un tiro cruzado un pase en profundidad por alto.
Pero pasó lo mismo que en el primer acto. El Martínez Valero ejerció su magia para hacer a los suyos más precisos, más rápidos y mejores, en general. Entonces fue cuando se erigió Dani Jiménez en el muro que salvó a los suyos hasta en cuatro ocasiones de recibir la diana.
Por si no tenía bastante ya el conjunto de la capital con estar a remolque, Laure fue expulsado por un codazo más propio de MMA que de fútbol y les dejó en inferioridad numérica. Echaron el resto en defensa para defender el punto ante un Elche asediante que quedó en el intento.