No son sólo los seis partidos seguidos sin perder. Es que el Milan parece otra vez el equipo temible de antaño. La sola llegada de Lucas Paquetá ha cambiado por completo el ánimo de un equipo que sigue sin ser el de siempre, pero que ya tiene motivos para ilusionarse.
Al margen de la Juventus, que sigue a lo suyo, los de San Siro han encontrado un buen impulso en el brasileño, que ha llegado de Brasil, como Kaká, y ha mejorado las prestaciones de sus compañeros desde el primer día.
Paquetá ha dejado a un lado el fútbol más tosco de los Kessié o Bakayoko y ha elevado la presencia de Suso en el extremo contrario.
El único partido perdido con él fue el 1-0 de la Supercoppa ante la Juventus. En el resto de partidos, 13 goles a favor y sólo tres en contra, para un fútbol que empieza a prometer de cara a la próxima temporada.
La llegada de Piatek, otro jugadorazo, también ayuda. El ex del Genoa ha marcado seis tantos en cinco partidos y muchos le comparan con otro grande de la historia 'rossonera' como Shevchenko.
Los mimbres están ahí, falta que Piatek y Paquetá se lo crean y que Gattuso pueda imprimir por fin de ese carácter ganador tan suyo a una plantilla que no confiaba.