Siempre sobrevuelan dudas sobre su figura. Quizás sus métodos generen dudas, o su actitud frente a los medios no sea la más simpática. José Mourinho lleva en el foco de la crítica desde que comenzó su carrera en los banquillos, y este clima de incertidumbre le acompañará siempre pese a que su trabajo sobre el verde haya quedado, una vez más, fuera de toda duda.
La Roma llevaba 61 años sin levantar un título europeo. No será el más preciado, puesto que este curso fue su primera edición y es la tercera competición en importancia en el Viejo Continente, pero sus lágrimas cuando llegó a la final y en el momento en el que se proclamó campeón de la Conference League ponen en valor un título al que se le ha dado importancia en la campaña 'giallorosa'.
'The Special One' también tiene sentimientos y estos salieron a flote en Tirana, donde los de la capital de Italia vencieron por la mínima al Feyenoord gracias al gol de Zaniolo. Pitó el colegiado y Mou se dejó llevar: corrió, gritó e incluso acabó, más tarde, bañado en champán por sus jugadores, que lo sacaron de la sala de prensa en medio de su comparecencia.
Certificó el portugués un 'triplete' que solo tiene él en el mundo del fútbol: Champions League, Europa League y Conference League. Alzó la Liga de Campeones con el Oporto (2004) y el Inter de Milán (2010), mientras que la UEL la ganó con el Oporto (2003) y con el Manchester United (2017).
En total, cinco títulos europeos que lo elevan hasta el primer escalón de los técnicos más importantes del continente. Una 'manita' conseguida en cinco finales posibles, una eficacia que recuerda a uno de sus ex equipos como lo es el Real Madrid. Con el cuadro blanco siempre se quedó en semifinales de Champions y esto empañó un ciclo en el que logró, en más de una ocasión, empequeñecer a un Barça de Guardiola que es considerado por muchos el mejor conjunto de la historia.
Ya puede decir Mourinho que ha sumado su título número 26 a sus vitrinas particulares. Desglosando todos los trofeos, el reparto quedaría de la siguiente manera: ocho en el Chelsea, seis con el Oporto, cinco con el Inter de Milán, tres con el Real Madrid, tres con el Manchester United y el reciente conseguido con la Roma. Si hay que sacar algún pero de un historial envidiable es la Supercopa de Europa, entorchado que aún no tiene su sitio en la estantería de 'The Special One'.