Su vuelta, más complicada de lo esperado, a la Selección Española de la mano de Luis Enrique lo dice todo. Actualmente hay pocos jugadores del Barcelona tan en forma como él (dos goles y seis asistencias en 17 partidos) y su condición de indispensable para Valverde han animado a la directiva a centrar todos sus esfuerzos en renovarle.
Ante la posibilidad de que algún club con gran poder financiero decidiera abonar los 150 millones de su cláusula, a la cúpula barcelonista le ha entrado prisa, sobre todo porque la renovación no parece que vaya a ser demasiado sencilla.
La fuente citada destaca que el entorno del carrilero está algo molesto a causa de la dejadez de la directiva en cuanto a este tema. El jugador termina contrato en 2020 y las prisas y el acelerón para renovarle habrían llegado en las últimas semanas.
Así pues, ante esas dificultades y el tira y afloja que se presenta, el club trabajará día y noche durante esta próxima semana con el objetivo de avanzar en las negociaciones mientras Jordi Alba se encuentre concentrado con la Selección Española.
El parón liguero es un momento perfecto para profundizar en temas contractuales. No hay que preocuparse del fútbol, pero sí de aspectos tan importantes como la continuidad de una de las piezas clave de este Barcelona.