No había más opciones en el Ciutat de València. Era ganar o casi a Segunda División. Y ha costado, pero el Levante ha conseguido tres puntos que le impulsan para seguir soñando con la salvación. Ahora, a esperar que los rivales no sumen demasiado en una jornada que se presenta frenética en clave de descenso.
Y pudo perder el equipo de Alessio Lisci, vaya que si pudo. La Real Sociedad falló ocasiones de todos los tipos y colores. La madera, de hecho, se volvió su peor enemiga. Hasta tres remates a los postes, dos de ellos de Alexander Isak, al que parece haberle mirado un tuerto que ni con dos latigazos sensacionales se reencontró con el gol.
Otro desafortunado en el ataque fue Morales. Hasta cuatro ocasiones tuvo en la primera parte el 'Comandante', que reflejó un inseguro estado de forma y se estrelló con Remiro. Los porteros, sobre todo Cárdenas en el otro área, fueron los héroes de un encuentro que pudo caer por cualquier lado y que finalmente se lo quedó el más necesitado.
Imanol apostó por una dupla que generó bastante juego, Sorloth e Isak, con el regreso de David Silva a la espalda de los dos '9' de la Real Sociedad. El canario rozó la excelencia, con un gol de cabeza incluido, y no la alcanzó por otro par de ocasiones que pudo significar la remontada y en el que tomó malas decisiones de cara a portería.
Las vergüenzas del principio se fueron disipando con el paso de los minutos, y a partir de la media hora de juego, la Real Sociedad ya tenía controlado el partido con su centro del campo, encabezado por Mikel Merino y Rafinha. En el 37', Son sacó bajo palos lo que era un gol cantado de Gorosabel tras una fantástica asistencia de David Silva por banda.
Nada más comenzar la segunda parte llegaron los goles que no hubo antes. Primero, el zarpazo de Miramón, que recibió de Campaña con pasillo por delante y su derechazo cruzado fue imposible para Remiro. La reacción 'txuri-urdin' no se hizo esperar y Diego Rico avisó de lo que se venía con un zurdazo cruzado que se perdió por centímetros.
Y en el minuto 66, llegó el testarazo de David Silva, entrando desde segunda línea, para conectar un centro acaramelado de Gorosabel. La jugada ya mereció acabar en gol antes, con un disparo potentísimo de Isak que se topó con el larguero. A continuación, Zubeldia erró un disparo solo en el corazón del área, y el Levante se fue arriba en busca de la victoria.
En la jugada más tonta, tras protestar un penalti a Pepelu que fue poca cosa, Diego Rico cometió una temeridad al abrir demasiado el brazo para proteger un balón cerca de su portería y golpear a Roger. Penalti que asumiría Melero y que transformaría para delirio del Ciutat de València en el minuto 90. Una pena máxima para creer en la permanencia y para alejar el sueño de la Champions.