Buen tiempo de mayo y entrada escasa en la grada ante las nulas aspiraciones blancas. Un partido más y un partido menos para afrontar la próxima campaña. Buenas sensaciones blancas en el penúltimo choque del curso en el Santiago Bernabéu, donde volvió a verse, por momentos, al verdadero Madrid de Zidane.
Dos jornadas después, los elegidos de 'Zizou' aprobaron el examen. Los tropiezos contra Getafe y Rayo se le olvidaron al francés, que sigue sacando pros y contras de lo que tiene a su disposición. Este domingo hubo tres grandes noticias: los ánimos de Brahim siguen en ascenso, Mariano se destapó con un doblete y Vinicius volvió 61 días después.
Pequeñas alegrías con más valor moral que utilidad. Zidane vio en algunos tramos al Real Madrid que desapareció tras la final de Kiev, ese que asedia sin descanso, el del juego incisivo por las bandas y el peligro constante. Marcelo continuó redimiéndose y regaló un par de sonrisas a una grada que vuelve a confiar en él. Y la afición lo que regaló fue varios cánticos a Iker Casillas, quien sufrió recientemente un infarto durante un entrenamiento del Oporto.
Un inicio de locura
El primer cuarto de hora condensó más de la mitad de lo que se vio sobre el campo en 90 minutos. Las ganas blancas de convencer y cerrar bien la temporada chocaron con las amarillas de certificar la salvación y poder respirar tranquilos.
Dos goles, una fotocopia y un palo en 15 minutos. Mariano aprovechó, asistido por Brahim, fallo de Cazorla en el centro del campo nada más comenzar el choque y Gerard Moreno emuló a la perfección el gol en el diez minutos después al encontrarse con una mala decisión de Casemiro.
Carvajal quiso poner tierra de por medio pero se encontró con la madera segundos más tarde y el partido tornó en un ida y vuelta que el Madrid acabó convirtiendo en monólogo. Brahim y Mariano, arriba, no cesaron de buscar el segundo, pero fue Vallejo quien lo encontró en el 40' por primera vez desde que fichó por el Real Madrid.
Marcador justo, pero poco sufrimiento
Aunque los blancos se fueron al descanso solo un gol por encima y acabaron el partido con el luminoso mostrando un 3-2, casi no vieron peligrar los tres puntos. El Villarreal atacaba con intención, Chukwueze tenía ganas de silenciar al Bernabéu, pero Mariano culminó un pase de la muerte de Carvajal al inicio de la segunda mitad para dejar tranquilo al Bernabéu.
Con la calma por los dos goles de ventaja, la parroquia blanca disfrutó del regreso de un Vinicius que tuvo 20 minutos para protagonizar un par de carreras y abrir el apetito del madridismo de nuevo. A segundos del final, los amarillos maquillaron el resultado de la mano de Jaume Costa, pero el 3-2 fue inservible para ellos, que deberán terminar sus deberes en las últimas dos jornadas.