Un punto para cada estilo

Era un duelo de 'aspirantes' a sufrir, de máxima igualdad. Por ello no es ninguna sorpresa que, al final de los 90 minutos, Elche y Osasuna se repartieran los puntos como buenos hermanos antes de Navidad para evitar el mal sabor de boca de la derrota en estas fechas tan señaladas.

Con la baja de su técnico Jorge Almirón por coronavirus, el equipo de Jesús Muñoz salió dispuesto a llevar el rol dominante del choque. El cuadro ilicitano tomó el control de la posesión, algo que fue aceptado de buen gusto por un Osasuna replegado y ordenado en su terreno de juego.

Ello no hizo que el equipo de Pamplona se olvidara de atacar, algo que hizo con mucha más frecuencia que su rival durante el primer acto. Brasanac, en el minuto 4, avisó con un disparo centrado desde el interior del área que detuvo Édgar Badía. Un aviso serio que poco después fue a más.

En el minuto 10, Calleri aprovechó que la zaga del Elche se mostró muy blandita y, tras una galopada, asistió al segundo palo para que Rubén García empujase el esférico al fondo de la red para poner el 0-1. Un tanto que no cambió el plan del Elche de asumir el balón, pero la falta de mordiente arriba y la presión de Osasuna dificultaba mucho la creación de juego del equipo local.

La entidad navarra no sufría y, con orden, acababa con los tímidos intentos de un Elche que solo tuvo cierto peligro con un tiro de Josan que Brasanac desvió a saque de esquina. Además, el equipo de Jagoba Arrasate daba sensación de peligro constante y estuvo muy cerca de lograr el 0-2.

De hecho, solamente el palo (tras un cabezazo de Unai García) y la falta de puntería con todo a favor (en sendas ocasiones de David García y Roberto Torres) evitaron que la ventaja de Osasuna fuera mayor. El Elche, visto lo visto, firmaba con sangre el 0-1 al descanso. Un pacto que se cumplió y le sentó posteriormente de maravilla.

Y es que el equipo ilicitano fue otro en los primeros minutos de la reanudación. Esto se tradujo, sin tiempo para pestañear, en el 1-1 en la primera acción de la segunda mitad, después de que Fidel mandase a placer al fondo de la red un balón en el segundo palo en el que era el primer remate a puerta del equipo.

Con el empate, el Elche cogió confianza y atosigó a un Osasuna que estaba algo grogui, pero el equipo navarro reaccionó como en la primera parte. Los pupilos de Arrasate comenzaron a hacer de nuevo daño por los espacios de la parcela derecha de su ataque y, tras una ocasión clarísima fallada por Roberto Torres por cruzar en exceso el balón, Brasanac (en una acción idéntica) puso el 1-2.

Abajo en el marcador y haciendo aguas en defensa, el 1-3 flotaba en el ambiente pese a que el Elche controlaba la posesión. Osasuna no sufría y amenazaba con cazar en cualquier instante una contra que finiquitase el duelo, pero los cambios volvieron a reactivar al Elche.

Poco después de saltar al campo, Guido Carrillo cazó un defectuoso despeje de Iñigo Pérez para poner el 2-2 en el minuto 78 con un disparo de diestra en el interior del área. Poco más de diez minutos y todo por decidir en el Martínez Valero, aunque el reparto de puntos fue inevitable pese a que Milla, en el 92', pudo cambiar una historia que dejó más contento al equipo ilicitano.