Solo estuvo una temporada defendiendo los colores del Atlético de Madrid, pero dejó unas más que buenas sensaciones en el Vicente Calderón.
Mandzukic vistió la camiseta 'colchonera' en una campaña 2014-15 en la que fue de más a menos en el apartado goleador, aunque acabó con una buenas cifras.
Así lo reflejan sus 20 goles en 43 partidos, enturbiados quizás por algún mal tramo en la campaña que acabó provocando su marcha el verano de 2015 a la Juventus.
En Turín son seguidores de la pelea y la entrega de Mario, pero también de sus goles y su oportunismo en los instantes decisivos, algo que no pudo mostrar durante su estancia en Madrid.
El balcánico es todo pundonor y su garra le ha llevado a ser en estos años un hombre clave en los esquemas de Massimiliano Allegri, que ahora cuenta con un triplete de ensueño formado por Cristiano, Dybala y el propio croata.
Además, su aparición en los grandes momentos de la 'Vecchia Signora' en los últimos tiempos han hecho de él uno de los líderes espirituales del equipo.
Ahora, tres años después de partir, Mandzukic volverá a verse con la afición rojiblanca, aunque esta vez con los galones del que se siente importante y fundamental en el equipo.
Algo que, quizás, podría haber demostrado en el Atlético si hubiera existido algo más de paciencia con 'SuperMario'.