Su corazón está dividido. Henry puede pasar de ser uno de los hombres que contribuyó a que Francia ganara el Mundial del 98 a ser parte del equipo técnico belga que, como villano, podría tejer un plan infalible para dejar fuera al combinado galo.
Desde que llegó al 'staff' de Roberto Martínez, los Hazard, De Bruyne y compañía juegan con otra cara. Los consejos de uno de los mejores jugadores de la pasada década han calado muy bien en las grandes estrellas belgas. De hecho, Lukaku reconoció que el poder contar con él le ha hecho crecer como futbolista.
Y es que Bélgica entrena junto a un campeón del mundo, que tocó el cielo, precisamente, con Francia. Gran parte de lo que Henry enseña a sus pupilos de la mano de Roberto Martínez lo aprendió con el equipo ante el que se medirá Bélgica.
Henry se convirtió en leyenda 'bleu' gracias a los 51 goles en 123 partidos como internacional que disputó con Francia. Números de leyenda de un jugador que no fue titular en el Mundial del 98, pero jugó, apareciendo desde el banquillo, en octavos, cuartos (siendo decisivo con un gol en la tanda de penaltis) y semifinales.
Ahora, el rey que amenaza a su pueblo vivirá 90 minutos que acabarán con un resultado que será difícil de asimilar para él. Si gana Bélgica, le quedará el sabor amargo de ver sufrir a su país y si lo hace Francia, se quedará sin ver a los suyos jugar la final del Mundial.