Walters se ha convertido en el segundo jugador en denunciar estos hechos públicamente, tras las palabras de Andy Woodward en las que reconocía que fue víctima del que fuese ojeador del Crewe.
Además, el ex jugador atribuye su retirada obligada del fútbol a esos supuestos abusos sexuales, que, según su versión, habrían causado la enfermedad que padece en la sangre.
Walters era un talentoso jugador y su prometedor futuro atrajo a Benell, que trabajaba para el Crewe. Sin embargo, todo lo que prometía a los 16 años se cortó de raíz un año más tarde por su trastorno.
"He guardado este secreto todos estos años, pero tengo que sacarlo todo ahora. Esto va a ayudarme a cerrar ese capítulo. Ha sido insoportable", relató en declaraciones a 'The Guardian'.
La policía ha recbidio hasta seis visitas de ex futbolistas que, a raíz de la confesión de Woodward, han querido poner en conocimiento de las autoridades los hechos.
Bennell fue acusado en 1998 de 23 delitos sexuales por abusos a seis niños de entre nueve y 15 años, hechos que protagonizó durante 13 años.