Con oficio, sin brillo y con rafagazos individuales. Así logró Francia imponerse a España en la gran final de la Liga de las Naciones. El marcador concluyó con un 1-2 pese a que 'la Roja' dominó durante la mayor parte del duelo, pero el oficio de la campeona del mundo y una gran capacidad de reacción dieron un nuevo título a 'Les Bleus'.
El equipo de Deschamps, que inició el choque apostando por tres centrales y dos carrileros, comenzó con una presión elevada para obligar a España a acumular gente atrás y dejar a Ferran Torres y Sarabia solos ante el peligro arriba. Un plan que, durante la mayor parte del primer tiempo, salió a la perfección.
Y es que Francia casi no sufrió atrás pese al dominio de su rival. Eso sí, el despoblar el centro del campo para poner una línea de cinco y poner arriba al tridente Mbappé-Benzema-Griezmann ocasionó que la elaboración gala fuera prácticamente nula, con Pogba demasiado solo en la sala de máquinas y casi obligando al cuadro 'bleu' a apostar por el balón largo para generar cierto peligro.
En la única combinación entre líneas y por bajo, Benzema, tras driblar a Unai Simón, no encontró a un Kylian Mbappé que andaba desaparecido ante la ausencia de balones de calidad. Sus compañeros en ataque vivieron una situación similar y la desesperación del trío ofensivo fue en aumento con el paso de los minutos.
Sin mucho fútbol, pero con una soberbia capacidad de reacción
El final de la primera parte dejó además una mala noticia para Francia, pues Varane se rompió y tuvo que entrar en su lugar un Dayot Upamecano que, de no ser por la gran respuesta gala, pudo costarle el título a su combinado nacional. Por fortuna para el jugador del Bayern de Múnich, la gloria le esperaba.
La segunda mitad fue de claro dominio de España, con una Francia incapaz de generar peligro. Pese a ello, las individualidades galas suponían una clara amenaza para su rival, tal y como demostró Theo en un contragolpe que, tras una rápida combinación con Mbappé, estrelló el balón contra el larguero en el 64'.
Un aviso que tuvo como respuesta todo un jarro de agua fría para 'Les Bleus', pues Oyarzabal, tras ganarle la partida a un flojo, Upamecano puso el 1-0. Los jugadores de Francia se desesperaron, pero no durante mucho tiempo. Y es que el 'punch' del campeón mundial salió a relucir gracias a los mágicos Karim Benzema, Kylian Mbappé... y Theo Hernández.
La magia de Benzema, el instinto de Mbappé y un puñal llamado Theo
El delantero del Real Madrid, cuando España todavía celebraba su tanto, se sacó un golazo al más puro estilo de Thierry Henry con un sensacional disparo desde el pico del área al palo largo. Ese tanto reseteó el encuentro y fue un mazazo para 'la Roja', que durante varios minutos entró en el juego de un toma y daca con Francia del que salió mal parada.
Y es que con espacios, la calidad individual gala comenzó a florecer y su presión alta sacó del partido a España. Theo Hernández, jugador del Milan, se convirtió en un auténtico puñal con sus subidas por la izquierda y sus internadas hacia el centro. De una de las mismas llegó el 1-2 de Mbappé, que definió como un auténtico 'killer' tras un pase del milanista. Pidió España fuera de juego, pero sus reclamos quedaron en nada tras la revisión del gol en el VAR.
Con 1-2 y menos de diez minutos por delante, los pupilos de Deschamps dieron un paso atrás. Tocaba defender la renta y buscar alguna contra para sentenciar. Lo segundo no llegó. Lo primero, con bastante sufrimiento al final, acabó materializándose para que Francia olvidase en cierto modo el mal trago de la Eurocopa y demostrara que, juegue mejor o peor, su candidatura para revalidar título en Catar está más viva que nunca.