El Girona quiere llegar como un tiro al 'play off' de ascenso y, por el momento, va camino conseguirlo. 12 puntos sumados en las cuatro últimas jornadas para seguir presionando a sus rivales directos en la lucha por los puestos altos de la tabla.
Los de Francisco Rodríguez, además, han encajado solo un gol en esta buena dinámica: cuatro triunfos seguidos, con nueve tantos a favor y uno solo en contra. Que tiemblen los Sporting, Rayo Vallecano, Leganés, Almería y compañía... Los de Montilivi dan miedo.
El Logroñés, en cambio, ejemplificó la otra cara de la moneda. Se vio superado por sus rivales en todo momento y apenas logró inquietar a Juan Carlos. El gol de Rubén Martínez en el 91', lo poco que se salva en el cuadro local.
Los de Sergio Rodríguez no cuajaron un buen partido en defensa y ofrecieron muchas facilidades. Sobre todo en las acciones a balón parado, ya que el Girona no marcó ni un solo gol en jugada.
El primero, obra de Arnau Martínez durante el primer cuarto de hora de juego. En un libre directo, el Logroñés adelantó demasiado la línea del fuera de juego y el central entró solo para cabecear a las mallas el gran envío de Gumbau.
El centrocampista catalán volvió a mandar un caramelo desde el saque de esquina para que, al filo del descanso, Cristhian Stuani aumentara distancias. De nuevo libre de marca y de nuevo de cabeza.
Tras el paso por los vestuarios, el uruguayo le dio la puntilla al encuentro desde los once metros. Y ya con el partido visto para la sentencia, Juanpe puso el cuarto en el electrónico tras un rechace de Santamaría. Sí, también en una acción a balón parado.
El Logroñés, pese a su inferioridad, siempre intentó meterse en el partido y obtuvo la recompensa demasiado tarde. En el 91', Rubén Martínez firmó el de la honra con un gran gol que ni siquiera sirvió para maquillar el resultado.