Ahí estaba Europa. A un paso, a una victoria. El Athletic Club de Bilbao visitó este martes el RCDE Stadium para medirse al Espanyol y cerrar tres puntos que lo dejasen en zona Champions al finalizar el día. Marcelino quería dormir con los grandes de la Liga, pero un inconmensurable Diego López, todavía con reflejos felinos pese a su edad, consiguió que el empate a uno no se moviese del marcador definitivo.
Los 'leones' salieron al feudo 'perico' a morder. Nico Williams fue la principal arma ofensiva de los suyos intentando deshacerse de un superado Pedrosa. Sancet también salió juguetón y se la puso en la frontal a Vencedor, que no atinó a puerta. Buenas sensaciones en un cuadro vasco que quería hacer sangre cuanto antes para oler Europa.
Tuvo que despertar el cuadro de Vicente Moreno mediante Embarba y Raúl de Tomás, que cazó un par de balones al segundo palo y que a nada estuvieron a punto de entrar por el arco defendido por Unai Simón. El ex del Rayo Vallecano fue posteriormente el encargado en abrir la lata del encuentro, algo que ya ha hecho en varias ocasiones en lo que llevamos de curso. Antes, Diego López comenzó su 'show' con un paradón a una volea de Sancet. El arquero también tuvo la suerte de tener a un central como Cabrera, que sacó bajo palos un disparo de Muniain para mantener el cero a cero en el luminoso.
Todo cambió en un saque de esquina a favor del Espanyol. El balón rebotó dentro del área y le dio en el brazo a Vesga. El trencilla vio la acción de cerca y no dudó en señalar penalti a favor del cuadro local. En el punto fatídico ya estaba RDT, que no falló en el lanzamiento y colocó el 1-0 a favor de los suyos. Los vascos pudieron igualar el encuentro antes del intermedio mediante los Williams, pero el menor, Nico, no aprovechó la gran asistencia al espacio de su hermano.
Un hermano mayor siempre arregla los errores del pequeño
Poco después a la salida de vestuarios, el mayor le enseñó al pequeño cómo hay que meter la pelotita. Y lo hizo al más puro estilo 'killer', seguramente una faceta echada en falta durante su carrera. Lekue luchó hasta el final un balón en línea de fondo, llegó a portería y precisó un pase de la muerte a Iñaki Williams, que solo tuvo que empujar el esférico para poner las tablas en el electrónico.
A partir del empate, el Athletic Club de Bilbao mereció siempre más que su rival, pese a que los de Vicente Moreno cuajaron un partido serio, sobre todo en la faceta defensiva. Sin embargo, fue Diego López el más destacado de los blanquiazules. 39 años y más de 500 partidos en sus guantes, sí, pero con los reflejos de aquel joven que un día quiso convertirse en cancerbero de un equipo de Primera División.
Dos manos suyas le beatificaron sobre el verde del RCDE Stadium. La primera ocurrió cuando el cronómetro ya sobrepasaba el 70'. Una manopla abajo a un disparo preciso de Muniain dentro del área consiguió que el 1-1 se mantuviera en el marcador. Luego llegó el milagro. En un tiro a bocajarro de Álex Berenguer, solo tras un contragolpe de libro de los de Marcelino, el ex del Madrid volvió a sacar a relucir unos reflejos felinos para mandar el cuero a córner.
La cara de incredulidad de los 'leones' era evidente. No fue normal esta última parada, la que ya cerró el empate. Aunque quedó tiempo para la polémica: Raúl de Tomás fue expulsado poco antes del pitido final tras encararse con Yeray, al que hizo falta anteriormente en una disputa de balón. El colegiado le enseñó la roja directa, al igual que a un miembro técnico del Espanyol.
Con estos tres puntos, el Athletic queda séptimo con 17 puntos, mientras que el Espanyol es décimo con 14, ambos conjuntos en una posición noble en la Primera División Española y con aspiraciones reales a Europa.