Una contra en el minuto 92 le valió al Málaga por los tres puntos en su visita al Alcorcón en Santo Domingo. Hasta entonces, el duelo se estaba antojando insípido y, de hecho, todos los indicadores -fallos, ocasiones a cuentagotas, muchos tramos de poco ritmo- apuntaban a que acabaría en tablas.
El dominio fue de uso compartido en lo que algunos futbolistas destacaban. Marc Gual era el más insistente. Pudo marcar con un latigazo de izquierdas en el área que se fue fuera por poco y no dejó de incordiar a la zaga contraria. Lombán y Cristo, de los más damnificados por su insistencia. El '9', de hecho, tras ser cambiado, se mostró muy enfadado, ya fuera consigo mismo por no marcar o con Anquela por evitar que siguiera intentándolo.
Quizá él hubiera aprovechado mejor una de las ocasiones más potables de los 'alfareros'. Una contra en la segunda mitad dio tiempo y espacios a Boateng para disparar prácticamente solo ante Juan Soriano, pero el chut del centrocampista fue defectuoso y desviado.
Dani Ojeda también probó, con la mirilla torcida, mientras Hugo Fraile trataba de ser partícipe de la distribución de pelota en la zona de tres cuartos sin demasiado éxito. Acabó teniendo que ser sustituido por una brecha que se hizo en un choque de cabezas con Ismael. Atrás, concentraba el brillo Víctor García, muy atento al corte menos por el tanto malaguista. Falló cuando más falta hacía que acertara.
En el Málaga, Chavarría y Caye, como acostumbran, concentraron la mayoría del peso de las intentonas. La más clara hasta el gol de su pareja de baile arriba la tuvo el '20' tras recibir un pase entre líneas de Ramón. Él fue demasiado lento y Dani Jiménez estuvo rápido para dejar en 'casi' otra llegada de tantas. De todas excepto una.
Hubo que esperar al minuto 92 para que una contra de manual cambiara el devenir de la contienda. Yanis Rahmani, de puro instinto, convirtió un despeje en un pase en profundidad para Chavarría y este, tras sentar a Víctor García, batió a Dani Jiménez con la diestra para exportar tres puntos y alegría a La Rosaleda.