Una 'ganga' de 56 millones

Cuando Marco Silva tomó las riendas del Everton tenía muchos deseos en la cabeza. Algunos los tomó prestados del club, que ansía alcanzar al fin el sueño de la Champions, pero otros los puso sobre la mesa directamente desde su cabeza. Quería jugadores de nivel, pero sobre todo quería a Richarlison.

Este joven brasileño de solo 21 años y poco más de 100 partidos en la élite se convirtió en una de las grandes sensaciones el pasado curso en Inglaterra. Lo hizo en el Watford, del que formó parte Marco Silva antes de la llegada de Javi Gracia. Su puesta en escena en la Premier fue, sencillamente, espectacular.

Tiene potencia, desborde, personalidad, regate, disparo... es un 'crack' en ciernes. Lo sabía el Watford, que vendió al mejor postor a su gran estrella. 56 millones tuvieron la culpa del fichaje, que conllevó bastantes críticas por la alta cantidad que abonaron en Goodison Park.

Unos partidos después, nadie se acuerda de los 56 millones. Richarlison ha caído de pie, aunque se pasa más tiempo del que quisiera en el verde por culpa de los defensores rivales. Parar a Richarlison se ha convertido en una ardua tarea en este inicio liguero, en el que ya suma tres goles en solo dos partidos.

Sus aspiraciones son enormes, el brasileño no se pone barreras. "Quiero ser el máximo goleador de la Premier, llevar al Everton a la Champions y llegar a la Selección Brasileña", dijo Richarlison para 'UOL Esporte', consciente de que sus goles y su fútbol serán los cimientos perfectos para que el Everton vuelva a estar entre los grandes.