El mundo del fútbol quedó en estado de 'shock' cuando Alex Ferguson desembolsaba en 2010 cerca de nueve millones de euros por Tiago Manuel Dias 'Bebé'. Aunque había sobresalido en Portugal, todavía no había demostrado nada al más alto nivel.
Su fichaje no dejó de ser un misterio. Llegó a Old Trafford recomendado por Carlos Queiroz y rápidamente se puso en duda su calidad técnica. Tras varios partidos con un rendimiento decepcionante, el propio Ferguson llegaría a reconocer que no había visto ni tan siquiera un vídeo suyo antes de ficharle.
Tras comprobar que no daba el nivel para el equipo, el United lo envió al Besiktas, donde tampoco pudo hacer ver su calidad, y terminó de nuevo en Portugal para jugar en los modestos Rio Ave y Paços de Ferreira.
Si bien en los primeros no convenció, su llegada al equipo de Oporto relanzó su carrera. Anotó 14 goles durante la temporada 2013-14 y el Benfica se decidió a darle una oportunidad. La cosa, como siempre que pisó un equipo con aspiraciones europeas, no funcionó.
Llegó cedido al Córdoba y repitió préstamo en el Rayo Vallecano en la campaña 2015-16. Sus ocho asistencias y tres goles invitaron al Eibar a hacerse con sus servicios y los vascos pagaron 1,5 millones de euros al Benfica por el 50% de sus derechos federativos.
No encontró estabilidad con Mendilibar, que le alternó entre la titularidad y el banquillo y, tras 26 y once partidos, acabó saliendo en dirección al Rayo Vallecano en el mercado invernal de la pasada campaña.
Los rayistas ya iban bien en Segunda y la llegada de Bebé fue un aliciente más para un equipo que se disparó en la última fase de la temporada. Conocía el club y en el Rayo se sintió cómodo, pero a final de temporada tenía que volver al Eibar.
El luso llegó a empezar esta temporada con los de Ipurua, pero tras dos partidos y 62 minutos de juego terminó volviendo al Rayo. Dos semanas después de vestir la camiseta del Eibar ante el Getafe, el extremo se estrenaba con los vallecanos contra la Real Sociedad.
Y ahí sigue desde entonces, alternando titularidades y suplencias en su tercera etapa en el club, pero sabiendo que ya es propiedad de los de la franja roja. Con apenas 28 años, aún tiene carrera por delante. Quizás no le haya dado para jugar en el Manchester United, pero sí para ser un habitual de la Liga Española. O al menos un habitual de Rayo y Eibar.